miércoles, 16 de noviembre de 2011

Del tren se escucha el silbato, se acerca mi porvenir...

¿Aquí viajan en tren?

En el tren que tenía que pasar las próximas 12 horas se podía oler una mezcla nauseabunda entre sudor, alcohol, humanidad en su máxima expresión y pescado crudo. Como pude, me acomodé en el espacio designado para dormir, un espacio de 60 cm por 1.7 metros, me metí entre sábanas (las cuales rogué a Dios que el olor que podía percibir de ellas realmente fuera cloro) y me dejé llevar por ese bendito sonido que hace un tren viejo y las vías.


¡Señoras y señores de cintura de más de 80 cm! Les comento que una de las primeras cosas que noté en este país de voltajes a 220, trámites inútiles y ojos morados al por mayor, fue que ellos utilizan el tren como medio de transporte habitual. ¡Pero no se dejen engañar señores! Recuérdenlo... esto no es Europa, esto no es nada parecido al primer mundo, ¡no! Esto es Ucrania, los trenes de estas personas carentes de albures y piropos, son toda una experiencia muy distinta al "Eurotren", al tren "Shinkansen" o incluso al "Tequila express"; digamos que si usted es habitante de la zona metropolitana de Guadalajara y ha tenido la fortuna de poder tomar un camión de la ruta 380 a las 7:30 AM en cualquiera de sus tramos, usted sabrá entenderme.

 

Me explico... el tren en estas latitudes es el medio de transporte mas barato al que tenemos acceso las personas, que como yo, compramos la versión genérica de "Zucaritas"; en él se realizan la mayoría de los transportes dentro del país y para colmo, y aunado a la higiene deficiente de algunos güeritos desabridos y güerotas espectaculares, ¡permiten comer pescado crudo dentro de los vagones del tren! #NoesdeDios. En cambio, si usted está dispuesto a vivir esa experiencia, le puedo asegurar que no encontrará un medio de transporte mas barato: 800 Km por solo $150 pesos, que comparados con los cerca de $600 pechereques que nos puede a llegar a costar un boleto de la ciudad de la Minerva sin carros, a la Ciudad de México, pues podremos entender porqué el turismo nacional prefiere este medio de transporte.


"Después de un viaje en tren con la familia de tu madre, me prometí a mi mismo jamás volver a viajar en un tren" me dijo una vez mi padre, sin la explicación de si la causa fue mi familia materna o ese sonido infernal que podría compararse solamente con los gritos (porque no se les puede llamar de otra manera) de mi gata, el sonido de la fricción de dos piezas de hielo seco y el sonido de la puerta del frente cuando estas en plana acción con tu novia. Realmente es estresante ese sonido (el del tren, no el de la puerta) pero vale la pena soportarlo por ver esos paisajes que solamente se pueden ver a través de la ventana de un tren, acompañarlo con un té y vivir una de las experiencias mas soviéticas que se puedan vivir en cualquier latitud.

¿Aquí viajan en tren?
Este señores, ¡este es su viaje!

PD: ... las fiestas en los trenes durante los días libres, también son parte de la cultura de estos güeros sin sonrisas y que cuando beben gritan "пиво пьём!!" (Pivo Pyom -¡bebamos cerveza!-)

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