¿A poco los gringos no le ganaron a los alemanes?
"Mi abuelo murió en la segunda guerra mundial, en uno de los campos de concentración que estuvieron aquí, en territorio ucraniano; es mi deber como joven, no dejar morir su recuerdo y hacer que haya valido la pena" Me comentó una amiga, cuando le pedí que me explicara el sentir del pueblo ucraniano en el llamado: Día de la victoria; el 9 de Mayo en el que se celebra que la Alemania Nazi firma la rendición incondicional poniendo fin a la guerra en este lado del charco.
"...en cada asentamiento, en cada calle, en cada casa, la muerte le esperaba al enemigo." Reza el final de otra pared, que refleja la ferocidad con que estos güeritos mas correosos que Many Pacquiao antes de una defensa de sus títulos mundiales, defendieron palmo a palmo su territorio de lo que fue el avance de uno de los movimientos más sangrientos en la historia de la humanidad.
"С днем победы!" (¡Feliz día de la victoria!) Gritan todos los habitantes de este país con mas historias de guerra que de amores (y mire que aquí se aplica mucho esa frase inmortal: "el corazón tiene más cuartos que un hotel de putas", hecha famosa por mi compadre García Márquez); enmarcados bajo el fulgor de los fuegos artificiales que iluminan las plazas públicas de lo que alguna vez fue un apetitoso manjar para las tropas que derrotaron las tropas de un ejército que vestía de rojo y que venía de la tierra en que "lo que es bueno para los rusos, es la muerte para los alemanes".

Así es señor con problemas severos de micosis en los pies, ¡háblele a su señora! Que seguramente está perdiendo el tiempo "echando lavadero" con alguna de las vecinas que piensan que no ha habido una buena novela desde "Marimar" con todo el pulgoso incluido; y para que vea, hoy también háblele a su hijo "NINI", ya dígale que deje de estar jugando "su nintendo" (aunque ya estemos en la tercer generación del Playstation ya se que usted siempre le llamara nintendo) y venga a hacer algo productivo que no incluya sus uñas y alguna parte sacrosanta en la que no pega el sol.
Cada 9 de Mayo en este país donde la cerveza puede costar más barata que el agua, se celebra el día de la victoria. Es la celebración soviética por excelencia, en ella se conmemora un año más de la rendición de Alemania ante el ejercito rojo, poniendo punto final a la guerra que trajo al paralelo 50 y a la mayor parte de Europa, el lado más oscuro de los actos motivados por el odio y el prejuicio.
"En Kharkov, los bárbaros fascistas fusilaron, colgaron y asfixiaron en cámaras de gases a 270, 299 ciudadanos soviéticos. En las batallas por la liberación y defensa de Kharkov, murieron gloriosamente en combate 186, 306 soldados del ejercito soviético. Su madre patria no los olvida"... se puede leer en una de las paredes que funge como memorial a los caídos en la ciudad de Kharkov, en la cual a manera de homenaje personas de todas las clases sociales y de todos los rincones de la ciudad dejan ofrendas florales para recordar a los caídos.


¿A poco los gringos no le ganaron a los alemanes?
Y recuerden señores y señoritas... ¡Este es su viaje!